viernes, 8 de enero de 2010

Leyendas

El culebrón de ``Cabeza Jiosa´´
Erase… que un muchacho araba en las laderas de ``Cabeza Jiosa´´ y tuvo la suerte de encontrarse con una pequeña culebra, a la que tomó por amiga y la hizo compañera de sus juegos. A sus silbidos el reptil acudía y el muchachito le daba de comer en su propia mano.
Pasaron los años y la culebra y el muchachito crecieron, siguiendo amigo el uno del otro. Más un día, por la cosa del destino, tuvieron que separarse, ya que aquel niño acababa de cumplir la edad para el servicio militar. Tras nueve años de mili volvió al pueblo y, echando en falta a su amiga culebra, se encaminó hacia ``Cabeza Jiosa´´ y desde sus proximidades la llamó mediante un silbido, como siempre había hecho.
Cuentan que la serpiente salió al encuentro del joven y que se le lió al cuerpo dándole tan fuerte achuchón que lo mató.
Pero, ¿tan grande era la serpiente?
De ``Cabeza Jiosa´´ a Santa Marina la Vieja hay solamente un trecho. En aquella ermita tenía la culebra su guarida, aunque ello se descubrió más tarde: Una noche poco clara el ermitaño observó un resplandor dentro de la ermita. Al mirar por la ventana vio como la serpiente estaba dentro, incorporada sobre parte de su cuerpo, teniendo sus ojos fijos en los ojos de la Santa. Sin duda pretendía hipnotizar la imagen de Santa Marina, como si de una mujer de carne y hueso se tratara.
El buen hombre se armó de valor, rezó el correspondiente padrenuestro y con una espada se acercó hasta la serpiente, sin que ésta se moviera lo más mínimo. El padrenuestro debió darle al ermitaño una fuerza sobrenatural, ya que de un solo tajo separó la cabeza del resto del cuerpo del reptil. Y eso que su tamaño era enorme.
Dicen los viejos cronicones que en cada uno de los huecos de las cuencas de los ojos, una vez vacías, se colgó un esquilón. Siendo así que el cráneo del reptil de ``Cabeza Jiosa´´ fue utilizado durante muchos años de espadaña en la ermita de santa Marina la Vieja.
La tienda
Erase que se era, en un lugar denominado la tienda (la cuál existió de verdad), situada en la fuente de la oliva (zona que se denomina a una parte de tierra de Ahigal) donde se vendía toda clase de productos que se necesitaban en aquella época. Estaba en un sitio estratégico donde la gente pasaba para ir en dirección al Monte y a Plasencia. Cuenta la leyenda, que un día un caminante llegó a la tienda. El dueño de ésta, que era un hombre con una barba muy larga, le dijo al caminante que eligiera cualquier producto que allí tuviera y se la regalaría, a lo cual el caminante eligió una cuerda dorada. Al ver el comerciante que no había elegido lo que él deseaba, que eran unas tijeras para que le cortara su larga barba ya que él era un encanto y sólo cortándole la barba se liberaría de éste y se convertiría en un príncipe, se enojó y echó a correr detrás del caminante. Más allá había un regato que estaba cerca de los oliveras del tesoro (cuenta otra leyenda que en esas oliveras se encuentra un tesoro escondido que nadie ha encontrado jamás), como los encantos no tienen poder para cruzar el agua, el caminante se libró de éste.
La barca
Antiguamente para cruzar el río Alagón, que pasa por el término de Ahigal, no había ningún puente pero había un barquero que se pasaba todo el día transportando a la gente de un lado a otro del río por unos pocos reales.
Cuenta la leyenda, que cierto día, un pícaro jovencito llegó a la orilla del río para cruzar y se valió de su ingenio para cruzar sin pagar. Le dijo al barquero que le dejara cruzar gratis y a cambio le contaría tres verdades, la primera al subir en la barca, la segunda en el medio del trayecto y la tercera al llegar a la otra orilla, el barquero aceptó. Al montar el joven en la barca le dijo:
-Te diré mi primera verdad: ``el pan mejor duro que ninguno´´.
Al llegar al medio del río el muchacho le dijo la segunda verdad:
-``Los zapatos aunque estén rotos mejor en el pié que en la mano´´.
Y al llegar al final de la travesía el joven le dijo:
-Y para terminar te diré la tercera verdad: ``Si a todos le haces como a mí, no sé qué pintas aquí´´
Y así fue como un joven picaruelo pasó de una orilla a otra, burlándose del barquero
Todavía se conservan las maderas de la barca, que están la puerta de un corral que está por encima del antiguo estanco de Ahigal.
El encanto del Cinojal
Hubo una vez, hace mucho tiempo, una joven, que como era costumbre fue a coger agua al pozo Cinojal con un cántaro. Era la mañana de San Juan, antes de salir el sol. La muchacha, al bajar las escaleras del pozo para coger agua, vio flotando en el agua un hilo de oro. La muchacha comenzó a tirar de él hasta que ya tuvo suficiente hilo y lo cortó. En aquel momento salió de las profundidades del pozo un encanto (Una persona que fue encantada para el resto de su vida, metida en el pozo hasta que otra persona tirara del hilo hasta el final para sacarla del pozo) que fue corriendo detrás de la joven para condenarla con él en el pozo. Pero a diez metros de distancia del pozo, pasaba un riachuelo el cual la joven cruzó velozmente y el encanto no pudo seguirla ya que los encantos no tienen el poder de cruzar el agua.

jueves, 7 de enero de 2010

Ayuntamiento

El ayuntamiento de Ahigal está formado actualmente por nueve concejales, adscritos al Partido Popular y al Partido Socialista. Al contar éste último con la mayoría, cinco ediles, tiene en sus manos la alcaldía y la presidencia de la totalidad de las comisiones. Éstos son los miembros del ayuntamiento:

Luis Fernando García Nicolás
PSOE, Alcalde

Constancio Asensio Grabosqui
PSOE, 1º Teniente de Alcalde

Mª Jesús Batuecas Hernández
PSOE, 2º Teniente de Alcalde

José Carlos Cáceres Paniagua
PSOE, Concejal de Obras, AEPSA y Régimen Interior / 3º Teniente de Alcalde

Vitoriano Cáceres Paniagua
PSOE, Concejal de Cultura, Deportes, Festejos y Juventud

Amador Gómez Sánchez
PP, Concejal

Antonio Asensio Plata
PP, Concejal

Apolinar Domínguez Moreno
PP Concejal

Pedro Domínguez Díaz
PP, Concejal